Wednesday, November 30, 2011

Reportaje

LA FITOTERAPIA: UNA APUESTA SALUDABLE

¿Está resfriado? La Echinácea puede serle útil, ¿el cambio de hora no le deja dormir? La Valeriana, a su servicio, ¿tiene bajas las defensas? Pruebe un poco de jalea real... y así, sucesivamente. El efecto de las plantas medicinales ahora que llega el invierno es vital para los que recurren a ellas con el propósito de curar sus males estacionales. Pero estas plantas no vienen directamente del campo a nuestra mesa, sino que antes pasan por un proceso algo más complejo. Es hora de descubrir la ciencia que se esconde detrás de las plantas medicinales: la fitoterapia.

Más conocida como "la medicina de las plantas", la fitoterapia es el estudio de plantas medicinales y sus derivados con el fin de utilizarlos para el tratamiento y curación de algunas afecciones menores o el alivio del dolor en enfermedades graves. Se diferencia por tanto de la medicina "clásica", que utiliza fármacos como tratamiento, en que los medicamentos no tienen un componente químico que tenga un efecto duro en el organismo del paciente. Determinar con total exactitud la parte más activa de cada una de las plantas es el objetivo más importante de la fitoterapia. La acción de esta parte activa que se potencia para que esta pueda ser utilizada como medicamento es suave y los efectos secundarios inexistentes, por lo que el cuerpo no sufre al consumirlas.

El uso de las plantas como terapia ha aumentado notablemente en los últimos años en España . Pero, ¿desde cuándo existe la fitoterapia?

Un poco de historia

El hombre utilizaba el remedio de las plantas medicinales desde su comienzo. En el año 3.000 a. C. los antiguos mesopotámicos incluyeron en sus pictogramas lo que es considerado como el primer recopilatorio de las propiedades curativas de las plantas. Lo mismo hacían los egipcios, que incluían en sus jeroglíficos animales y plantas como parte de su vida cotidiana. Muchos años después, los médicos griegos dejaron constancia de los remedios terapéuticos que habían elaborado a partir de plantas. La tradición seguiría a lo largo de los siglos hasta nuestros días, donde los laboratorios investigan, a partir de moleculas, los posibles componentes activos de estas plantas medicinales.

Pero ¿por qué interesa la fitoterapia? La población es cada día más conscientes de la importancia de una vida sana para mejorar su propia calidad de vida. Además de hacer ejercicio y controlar la alimentación, es importante cuidarse en otros aspectos, y muchos optan por un medicamento "light" que, a un plazo más largo, les reportará el mismo beneficio que otros fármacos.

Pero los farmacéuticos señalan algunos de los principales problemas de estos "antibióticos naturales": el primero, el elevado coste de los medicamentos. Muchas veces para tratar una dolencia se debe recetar más de un concentrado. Si a esto le añadimos un gel o bálsamo especial, los precios se disparan y la gente opta por un fármaco químico que tendrá la misma acción y que además sale más barato.
El segundo es el efecto lento de las plantas, incompatible con las prisas que reinan hoy en día. Como mucha gente tiene que trabajar o estar a cargo de su familia, son pocos los que se pueden meter en la cama unos días para curar su resfriado. Curarse en pocas horas es una acción que nunca se conseguirá con un medicamento natural, por lo que se ha de recurrir a otro tipo de tratamiento. La tercera dificultad, la comodidad de la gente. Es más fácil tomarse una pastilla para tratar la celulitis que untarse una crema dos veces al día. Así no se pierde el tiempo y el efecto es más rápido. Quizá la dificultad más importante es que las plantas medicinales no lo tratan todo. Hay enfermedades graves que se escapan del efecto beneficioso de las plantas, si bien estas sí sirven para paliar el dolor y el malestar. Así nos lo explica María Isabel Calvo, doctora en Farmacia y profesora de la Universidad de Navarra.

La entrevista

-Como experta que lleva tantos años en la investigación de plantas ¿puede asegurar que estas tienen efectos beneficiosos para la salud?


-Sí. Pero sirven para determinados tipos de tratamientos, no valen para todo. Una planta como tal puede tomarse de distintas formas, ya sea en cápsulas, comprimidos o infusiones y sirven para curar cosas como catarros o gripes, que es lo que se conoce en farmacia como enfermedades leves o menores. Desgraciadamente, la fitoterapia no lo cura todo porque no hay plantas medicinales que sirvan para tratar el cáncer o el sida, por ejemplo.

-Si la fitoterapia no es la solución para todo, ¿cómo justifica los estudios que se están realizando en este campo para tratar dolencias graves?

-Porque en estos estudios se lleva a cabo un proceso diferente. Las plantas medicinales tienen muchos compuestos químicos y en el laboratorio lo que hacemos es extraer una única molécula que se ha observado antes. Es esta molécula la que se prueba luego en los tratamientos contra el cáncer u otras enfermedades. No es lo mismo por tanto utilizar una planta que un compuesto, y por eso es importante diferenciar estos procesos.

-Entonces, ¿está aceptado que las plantas medicinales no son el futuro de enfermedades mayores?

-Sí, su uso es únicamente para afecciones menores porque las dosis de una planta medicinal en una forma farmacéutica son muy pequeñas para tratar la necesidad de este tipo de enfermedades. ¡Ojalá hubiera una planta que pudiese curar el cancer o el sida! Desgraciadamente esto no es así. Lo que se hace es buscar las moléculas activas y darles una fórmula con una concentración elevada para poder paliar los síntomas. Nosotros investigamos a partir de plantas de uso común, y muchas veces el éxito es rotundo. Es lo que mucha gente no entiende, que lo que estudiamos no es el potencial de la planta en sí, sino de alguno de sus principios.

-Usted lleva muchos años en la investigación de plantas medicinales, ¿cómo ve ahora este campo?
-Pues siento que los farmacéuticos se interesan cada vez más por este campo. En la Universidad de Navarra hay ahora una optativa que comenzó con el nuevo Plan Bolonia, en 2009, que es extrictamente de Fitoterapia y que está suscitando mucho interés entre los alumnos. La sensación que tenemos desde la facultad es que el alumno no percibe tanto la necesidad de saber de plantas cuando está estudiando, pero es cuando llega al mundo laboral que se da cuenta de la demanda que hay para las plantas medicinales y vuelve para formarse en este campo. Además, los médicos poco a poco están probando su actuación y ven que para algunas patologías es muy beneficioso, por eso hay un aumento progresivo del interés en este campo.

-Ante el aumento tan importante de profesionales que se dedican a la fitoterapia, ¿cree que se puede invertir más dinero en este campo?

-Sí, pero como en todos. En temas de ciencia el dinero nunca es suficiente, y todo el mundo va a decir que necesita más dinero para su campo de investigación. Pero en el estudio de las plantas sí que hay un apoyo importante para el desarrollo. Es cierto que más a nivel europeo que a nivel español, pero ese apoyo está presente. Yo lo he notado con el paso del tiempo que poco a poco se ha ido profundizando mucho y que por lo tanto salen más publicaciones y trabajos, y eso es lo que mueve el dinero. En comparación con otras áreas es verdad que es una línea que está muy bien financiada si trabajas bien y con coherencia. Así, si tus resultados son buenos siempre los van a publicar, que no siempre pasa con los avances que consiguen mis compañeros de otros ámbitos de la ciencia.